Golpe a golpe
Y así fuimos creciendo, siempre a palos,
golpe a golpe nos hicimos mayores,
descubriendo paso a paso que los malos
no eran malos sino mucho peores.
Cruda es la realidad y aunque duela
nunca nos enseñaron a pensar
pues en vez de personas en la escuela
fabrican máquinas a merced del capital.
Nos habían prometido una vida
y nos condenaron a la supervivencia,
dejándonos como única salida
la lucha sin tregua, la Resistencia.
400 golpes después el mar nos sirvió de redención…
de Aitor Cuervo Taboada,
en Bombas, poemas y otras necesidades, Aitor Cuervo Taboada, 2013.
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