La lucha oscura
La lucha oscura provocó defectos
muy graves entre nuestros combatientes.
La inocencia primera dejó paso
a actitudes heroicas, demasiado brillantes
para ser verdaderas.
La jactancia en el sacrificio, el aire
mártir de quien no inmola
sino su propia falta de valor
para seguir luchando día a día.
Más que grandes combates, hoy se libran
grandes conversaciones misteriosas.
E importa, más que el triunfo,
la apariencia de ser un combatiente
destacado, el asombro de quien oye
el gran relato de batallas falsas
o que el azar ganó para nosotros.
Hay que fiarse de las apariencias:
parece ser la norma de la lucha
y ello hace, en ocasiones,
que hasta la misma lucha sea aparente.
Pero a arreglarlo acude el optimismo
arma de doble filo, aunque mellados
Hay vicios más sutiles, sin embargo.
Algunos luchan de verdad, a veces,
pero sin perseguir otra victoria
que algún ascenso personal en este
secreto escalafón de las tertulias.
Se logran triunfos, a pesar de todo.
Pero no es que nosotros le venzamos,
sino que el enemigo está perdido
o, cuando no lo está, le pierden otros
combatientes más ciertos.
Mas da miedo pensar que la victoria
será pretexto un día
de condecoraciones no ganadas.
De Jesús López Pacheco,
en Entre los poetas míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.23, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.
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