Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

lunes, 10 de enero de 2022

Las flacas mujeres

Las flacas mujeres

Las flacas mujeres de los metalúrgicos
siguen pariendo en casa o en el tranvía.
Los niños van algunos a las escuelas municipales
y se aprenden los ríos porque es cosa que gusta.
Las niñas van a las monjas que enseñan labores
y a rezar.
De la ciudad se va borrando poco a poco
la huella de los morteros.
¡Han pasado tantos meses!

He visto en sueños que hay varios señores
hablando, en una mesa, de divisas,
de barcos, de aviones, de cornisas
que se van a caer, cuando las bombas.

Y yo pido perdón al Gran Quien Sea
por desearles una buena caja
con cuatro cirios de los más curiosos.

de Gloria Fuertes,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.5, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2012.

domingo, 9 de enero de 2022

La United Fruit Co.

La United Fruit Co.

Cuando sonó la trompeta, estuvo
todo preparado en la tierra,
y Jehová repartió el mundo
a Coca-Cola Inc., Anaconda,
Ford Motors, y otras entidades:
la Compañía Frutera Inc.
se reservó lo más jugoso,
la costa central de mi tierra,
la dulce cintura de América.
Bautizó de nuevo sus tierras
corno «Repúblicas Bananas»,
y sobre los muertos dormidos,
sobre los héroes inquietos
que conquistaron la grandeza,
la libertad y las banderas,
estableció la ópera bufa:
enajenó los albedríos,
regaló coronas de César,
desenvainó la envidia, atrajo
la dictadura de las moscas,
moscas Trujillos, moscas Tachos,
moscas Carías, moscas Martínez,
moscas Ubico, moscas húmedas
de sangre humilde y mermelada,
moscas borrachas que zumban
cubre las tumbas populares,
mocas de circo, sabias moscas
entendidas en tiranía.

Entre las moscas sanguinarias
la Frutera desembarca,
arrasando el café y las frutas,
en sus barcos que deslizaron
como bandejas el tesoro
de nuestras tierras sumergidas.

Mientras tanto, por los abismos
azucarados de los puertos,
caían indios sepultados
en el vapor de la mañana:
un cuerpo rueda, una cosa
sin nombre, un número caído,
un racimo de fruta muerta
derramada en el pudridero.

de Pablo Neruda,
en Canto general, Biblioteca Ayacucho, 1981.

sábado, 8 de enero de 2022

GRACIAS POR LA SUERTE

GRACIAS POR LA SUERTE

actualmente

ya no tengo que trabajar en clubes nocturnos, ni en universidades, ni en librerías

ya no tengo que explicarle al estudiante de primer curso de inglés en la U. de Nebraska (Omaha) a las 11 de la mañana, sentado en un escritorio amarillo elevado por qué lo hice

cómo lo hice

y qué deberían hacer esos alumnos para que lo hagan

por sí mismos.


no me molestan los vuelos de vuelta con hombres de negocios todos bebiendo dobles

y mirando fuera más allá del ala intentando relajarnos

agradecidos por no estar en los barrios bajos sabiendo que teníamos ciertas aptitudes (tan lejanas)

que nos han salvado de eso.


tendría que hacerlo todo de nuevo. Pero ahora mismo estoy en el lugar que pertenezco volando por encima de mi propio Gran Cañón a la hora prevista

sin cinturón de seguridad sin azafata

sin equipaje perdido

de Charles Bukowski,
en El padecimiento continuo, Colección Visor de Poesía, 2011.
Trad. de Silvia Barbero

viernes, 7 de enero de 2022

LA SOMBRA DE LOS MUERTOS

LA SOMBRA DE LOS MUERTOS

Llamé a la puerta del que fué tu amigo
y se apagó la voz en mi garganta
porque no habita tu recuerdo triste
en medio de la orgía y de la danza.
        Mas, allá vamos,
            —dije a mi alma:—
                ¡la sombra de los muertos
no tiene amigos en la tierra ingrata!

Llamé a la puerta de tu amor primero
y lleno de dolor volví la planta
porque la mano de tu amante misma
la frente de otro esposo acariciaba.
        Mas, allá vamos,
        —dije a mi alma:
            ¡la sombra de los muertos
no tiene amor sobre la tierra ingrata!

Llamé a la puerta de tu hogar paterno
y se cayó mi mano de la aldaba:
¡ay, donde el ruido del festín resuena
no habita la memoria del que falta!
        Mas, allá vamos,
            —dije a mi alma:—
            ¡la sombra de los muertos
no tiene hogar sobre la tierra ingrata!

En el pálido día de difuntos
crucé junto a una huesa abandonada
y doblando en su musgo la rodilla
levanté con tu nombre mi plegaria.
            ¡Ay! no te arranques,
        —dije a mi alma:—
            ¡la sombra de los muertos
sólo en la piedra del sepulcro se halla!

de Ricardo Gutiérrez,
en Poesías líricas, La cultura argentina, 1916.

jueves, 6 de enero de 2022

Flores de vertedero

Flores de vertedero

1

La cara sucia, descalza,
más pequeña que el bichero,
alegre liba mi amiga
las flores del vertedero.

2

-Dime, mi amiga, ¿qué buscas,
la basura a la cintura,
dentro del contenedor?

-Bajo la luz de la luna,
la basura a la cintura,
yo voy buscando a mi amor.

3

Que juega al aire,
no molestéis a la niña,
que al aire juega.

El hombre con turbia mano
le acaricia la melena.
La niña seria sonríe
en su disfraz de muñeca.

Que al aire juega.

El hombre, avaro y experto,
con el amo regatea.
La niña seria se alisa
sus harapos de princesa.

Que al aire juega.

4

Véndeme, niña,
todas las rosas,
que ha anochecido
y no son horas
de que las niñas
anden a solas.

Véndeme, niña,
las rosas todas,
que ha amanecido
y no conozcas
cuánta tristeza
hay en las cosas.

5

-Yo, por esas deportivas
de marca, no sé qué haría,
la navaja, Dios, te hundía
como a un cerdo en San Martín.

Ocaso de oro y carmín,
chiquillos color canela:
descalzo corre el turista
y alegre por la favela.

6

Tumbado en la sucia acera
como descansan las ratas,
el ojo vivo y las patas
ya prontas a la carrera
(a veces la madriguera
la asaltan negros milicos),
el gamín con sus hocicos
sucios de pegamento
sonríe dichoso al viento
de su ilusión hecha añicos.

7

Bajo el puente te espero,
bajo el puente, tú sabes,
yo cuánto me acuerdo.

Bajo el puente, las aguas
me dan tu reflejo
y tu risa me alegra:
aún queda tiempo.

Bajo el puente, la hoguera
se apaga en silencio,
mas tus brasas me ríen:
aún queda tiempo.

Bajo el puente, los guardias
no bajan por miedo,
y tu sombra se burla:
aún queda tiempo.

Bajo el puente te espero,
bajo el puente, tú sabes,
yo cuánto te quiero.

de Conrado Santamaría Bastida,
en Cancionero de escombros con hoguera, Biblioteca Omegalfa, S/F.

miércoles, 5 de enero de 2022

MI MUNDO

MI MUNDO

Mundos: mi anhelo no se ha cumplido todavía,
no se han cumplido las mágicas bendiciones;
más elevados aún que Dios son mis propios deseos,
tormentosamente despiertan en mi pecho.

He bebido el radiante fulgor de todas las estrellas,
he bebido toda la luz que derrama el sol,
pero todavía mi dolor no tiene recompensa
y mis sueños no han sido satisfechos.

Por lo tanto, ¡a la batalla final, al sacrificio!
Como un talismán.
como un sabio demonio en la bruma
yendo hacia una meta que aún no está cerca.

Pero, son sólo ruinas y piedras muertas
las que acompañan todo mi anhelo.
Donde en radiante fulgor celestial
fluyen todas mis esperanzas, siempre ardiendo.

Ellas no son nada más que estrechas estancias
rodeadas por tímida gente en tomo,
en donde se detiene la frontera de mis sueños
donde mis esperanzas llegan al final de su viaje.

¿Jenny, puedes preguntar por eso qué mis palabras dicen
y qué oculto significado esconden?
¡Ah!, de cualquier manera es inútil hablar
incluso empezar no tiene importancia.

Miro en tus ojos, tan intensos,
más profundos que el piso del cielo,
más claros que la propia luz del sol,
y la respuesta me es otorgada.

Atrévete a disfrutar en vida, siendo bello,
sólo presiona en tu propia mano blanca.
Allá encontrarás la respuesta,
conoce mi distante reino celestial.

i Ah!, cuando tus labios susurraron
tan sólo una tibia palabra,
entonces me sumergí en loco éxtasis,
desamparado fui barrido a lo lejos.

Desde lo más profundo de mi alma,
en nervio y espíritu fui afligido
como un demonio, cuando el gran mago
atacó con relampagueante empeño y habló.

¿Por qué deberían las palabras intentar forzarse en vano,
siendo sonido y nebuloso cansancio
que es infinito, como el dolor anhelante
como tú mismo y como el todo?

de Karl Marx,
en Cantos para Jenny y otros poemas, El Viejo Topo, 2000.

martes, 4 de enero de 2022

lunes, 3 de enero de 2022

Cómo debes ser besado

Cómo debes ser besado

“Cuando te beso,
no es sólo tu boca,
ni tu ombligo,
ni tu regazo
lo que yo beso.

También beso tus preguntas,
y tus deseos,
yo beso tus reflexiones,
tu incertidumbre,
y tu valentía,
tu amor por mi,
y la libertad que te ofrezco,
tu pie,
que hasta mí te trajo
y que de mí te alejará.

Te beso a ti, como eres
y como serás, mañana
y después,
y cuando los días conmigo
queden en el recuerdo”.

de Erich Fried,
en Antología Dispersa, Biblioteca Libre Omegalfa, 2008.

domingo, 2 de enero de 2022

TUS PATRIAS ENTONCES LA DESGRACIA

TUS PATRIAS ENTONCES LA DESGRACIA

Perú, Uruguay y las patrias del
amor mío y desaparecido

Entonces se vio el Pacífico abrirse mientras los Andes
giraban alzándose entre esos muros de agua y eran
como galpones llenos de cruces sus montañas    allí
donde los países yacen y sus pedazos se amontonan en
el medio del paso del mar    encostrados    subiendo

Entonces    poco a poco    como montañas yermas
que hablaran    se escuchó el canto de amor
desaparecido de los países

Unos encima de otros    amontonados    cuando
los Andes giraron cruzándose con las playas y
fueron ellos los encostrados muros del mar

Donde los cielos humanos se rompen tocándose
las desgarradas carnes    todavía temblorosos
gritando que hasta los mismos gritos ruegan y es
de cemento el cielo sudamericano

Cuando el abismo del océano mostró la vertical de los
Andes cruzada con la horizontal de las playas y la
cruz del amor muerto iluminó nuestras caras muertas
en el abismo de las aguas    El amor muerto iluminó el
fondo de las rajadas aguas y eran de costra y sangre
nuestros restos mirando las patrias de estas desgracias

de Raúl Zurita,
en Los países muertos, Ediciones Tácitas, 2006.

sábado, 1 de enero de 2022

Año nuevo

Año nuevo

Año nuevo en la sangre de los asesinados. Año nuevo en la sala de torturas
y en el ojo del hombre prisionero
donde un tiempo sin sol hace su nido.

Año nuevo en la mesa del tirano
y en la percha vacía del destierro.
Año nuevo en la madre y en el hijo
separados tan sólo por un puente.

No tienen año nuevo los pueblos como el mío:
será nuevo paisaje, pero la misma ausencia;
será pañuelo nuevo, pero la misma lágrima;
será nueva mortaja, pero distinta muerte.

Pero violo el contrato con mi alma
y créceme en el pecho un abrazo tremendo:
feliz año, arbolito de mi calle,
feliz año, baúles de mi casa…

Que tenga feliz año
la sombra ya sentada de papá,
los sueños nacionales,
las gaviotas y el mar.

Feliz año, dolor,
rabia del pueblo,
odio del justo,
cólera del santo;
feliz año, fusil:
enséñame a cantar los años nuevos.

(1957)

de Juan Gonzalo Rose,
en https://comunistas.superforo.net/t45552-ano-nuevo-poema-de-juan-gonzalo-rose-ano-1957 (7/2/21).

viernes, 31 de diciembre de 2021

Descanso

Descanso

De Roberto Jorge Santoro,
en Presentes, Ministerio de Educación, 2015.

jueves, 30 de diciembre de 2021

Junto a las aguas del Llobregat

Junto a las aguas del Llobregat

Dos mujeres y una niña pequeña
—de tres o tal vez cuatro años—descansan
bajo la sombra de unos abetos.

Desde lejos el rugido del mundo
va regresando una vez más.
Primero algunas palabras al vuelo

entre los hombres que se despiertan
y luego las máquinas
que se hablan entre sí en el idioma

que comparten con los cuerpos celestiales
—planetas, motas de polvo, lejanos sistemas solares—
y que saben lo que es necesario

hacer y lo hacen. Hace ya tanto tiempo,
piensas, de aquellos días, tan diferentes a estos,
bendecidos por vientos favorables

y olvidados en los himnos
que canturreábamos en el largo camino
volviendo del trabajo o en las fábulas infantiles

que intentábamos creer. Nadie repara
en la niña pequeña y sus vigilantes
han desaparecido y nadie se acurruca

bajo la sombra de los abetos.
El aire, brillante y en calma, se queda
de testigo, la única nube perdida

entre el cielo y este lugar no se mueve,
las montañas bajan la vista y guardan
distancia, en algún lugar lejos

el mar sigue trabajando para sí.
Junto a las aguas del Llobregat
nadie se sienta a llorar por los hijos

del mundo, junto al Ebro, el Tajo,
el Guadalquivir, junto a las aguas
del mundo nadie se sienta y llora.

De Philip Levine,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.128, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2019.

miércoles, 29 de diciembre de 2021

Endecha

Endecha

¡Ay, tierra mía!, antes tan rica,
no alientas nada, nada ya crías,
salvo miseria, muerte y ceniza.

Ahora tú eres dos chimeneas,
dos rotas torres, que ya no humean
y un cementerio que a nadie espera.

La lluvia oxida campos desiertos,
casas vacías, calles sin ecos,
el agua espesa de un río muerto.

¡Ay, tierra mía!, antes tan rica,
ahora tan pobre, por tu codicia.
De ti me alejo dando noticia.

de Conrado Santamaría Bastida,
en Cancionero de escombros con hoguera, Biblioteca Omegalfa, S/F.

martes, 28 de diciembre de 2021

Respuesta

Respuesta

Si me preguntaras
qué es lo que más quiero
sobre la anchura de la tierra,
yo te contestaría:
a ti, amor mío, y a la gente
sencilla de mi pueblo.

Dulce eres, como la tierra,
como ella frutal y hermosa.
Pero a ti te quiero.
No por bella que eres.
Ni por lo fluvial de tus ojos,
cuando ven que voy y vengo,
buscando, como un ciego, el color
que se me ha perdido en la memoria.
Ni por lo salvaje de tu cuerpo indomable.
Ni por la rosa de fuego, que se entrega
cuando la levanto del fondo de la sangre
con las manos jardineras de mis besos.
A ti te quiero, porque eres la mía.
La compañera que la vida me dio,
para ir luchando por el mundo.
Amo a la gente sencilla de mi pueblo,
porque son sangre que necesito,
cuando sufro y me desangro;
hombres que me necesitan cuando sufren.
Porque nosotros somos los más fuertes,
pero también los más débiles. Somos la lágrima.
La sonrisa. Lo dolorosamente humano. La unidad
de lo mejor y de lo más deplorable. Lo que canta
sobre la tierra y lo que llora sobre ella.
De ellos recibí esta voz, este corazón inquieto
que me apoya y me fortalece y me lleva consigo.
Por eso los amo como son
y también como serán.
Porque ellos son buenos
y serán mejores.
Y juntos nos jugamos
el destino, con nuestras
manos que todo lo construyen.
Así amo yo la vida
y amo a la humanidad,
amor mío,
cuando te amo y amo
a los hombres sencillos
de mi bello y horrendo país.

de Otto René Castillo,
en Vámonos Patria a caminar, yo te acompaño, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2019.

lunes, 27 de diciembre de 2021

La gran pregunta

La gran pregunta

Los cadáveres que duermen
En los depósitos sin una caricia de hermano
Las aldeas que humean
Los niños pequeños que lloran en los fosos ensangrentados
Nos agobian con su terrible duelo.

Si nos preguntan con sus ojos asombrados
¿Qué les diremos?

Más allá siguen rugiendo los cañones pesados
Segando nuestra desesperanza
Puede seguir inmóvil el arado en nuestros campos
Hasta que cese el tronar del cañón
Seguiremos cantando nuestra canción de libertad.

Hermanos míos, hermanos de cualquier tierra
Hermanos míos para siempre y por siempre
Extiendo mis manos a vosotros
A vuestro dolor tiendo mis manos

Más allá de las fronteras en que nos asesinan
Más allá de los límites del pecho
Si mares y desiertos nos separan
El sonreír del sol nos une al menos
Hermanos de toda la tierra.

Soy aquél que fusilan cada aurora
Que cava junto a vosotros aquí la misma tumba común
Bajo el cielo despejado que ríe
Sobre nuestras altivas cabelleras.

Os estrecho con calor las manos
Y circulo en vuestra sangre
Respirando la misma fiebre.

Nuestros días poseen el mismo color
El mismo gusto acre.

Y lo repartimos con vosotros
Como el pobre pan negro.

de Kostas Thrakiotis,
en Poesía social y revolucionaria del siglo XX (selección de Jorge Brega), Editorial Agora, 2012.