El amor de los hijos del águila
En la punta de la flecha ya está, invisible, el corazón del pájaro.
En la hoja del remo ya está, invisible, el agua.
En torno del hocico del venado ya tiemblan, invisibles, las
[ondas del estanque.
En mis labios ya están, invisibles, tus labios.
de William Ospina,
en Una sonrisa en la oscuridad, Universidad Externado de Colombia, 2007.
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