Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

lunes, 20 de septiembre de 2021

lo tiraron a la calle

lo tiraron a la calle
la novia y el novio
así lo quisieron
era su gran día
eligieron cuándo
eligieron dónde
eligieron cómo
sería ese sábado
sería esa parroquia
sería de etiqueta
el triste hombre
de pelo largo
y torso desnudo
fue echado
con cruz y todo

Por Félix Sánchez Durán.

domingo, 19 de septiembre de 2021

AL CRISTO EXPUESTO EN UNA FIESTA DE BODAS

AL CRISTO EXPUESTO EN UNA FIESTA DE BODAS

Ah, Señor Jesucristo,
que en esa cruz de bronce cincelado
eres un pobre cristo
caricaturizado;
te compadezco, oh redentor:
te han condenado
a un suplicio mayor.

En nombre tuyo un hombre
que no sabe de amor, a los esposos
les hablará de amor: ¡y eso en tu nombre!
Y tus santas y líricas verdades
se estrellarán en esos corazones rocosos
y en tanta vanidad de vanidades...

Y cuando ya no bullan en la boca del fraile
las burbujitas del latín,
presenciarás algo peor al fin:
un baile, oh Cristo, un baile...

Frente a tu imagen dolorida,
las mujeres de trajes escotados
frotarán su lujuria contenida
contra los pantalones estirados.
Otras, se excitarán por los rincones...
Sus instintos despiertos
por la cosquilla lúbrica de las conversaciones,
se olvidarán que sufres con los brazos abiertos
la más abominable de las crucifixiones.

Y cuando terminados ya baile y ceremonia
se marchen y te olviden clavado en tu patíbulo,
ellas van a mojarse con agua de Colonia
y ellos, a sosegarse en un prostíbulo...

Quedarás solo. Y cuando
se hayan marchado todos, frente a tu imagen yo
en tu dolor, oh Cristo, me quedaré pensando,
y en tu madre y ¡la pobre madre que me parió!

Pues, oh Maestro, ya lo has visto:
se parecen tu madre con la mía;
porque es tan doloroso parir a un hijo Cristo
como parirle ungido en poesía...

de Gustavo Riccio,
en http://literaturarioplatense.blogspot.com/2009/06/gustavo-angel-ricci-de-un-poeta-en-la.html (10/1/21).

sábado, 18 de septiembre de 2021

¡Aquí van!...

¡Aquí van!...

Aquí van... son un salterio
De vibraciones vividas;
De flores estremecidas
En cuna y en cementerio.

Son dolor y son pasiones,
Ansia férvida de alturas,
Y grietas de sepulturas
Y escombros de corazones.

Un ave que a veces canta
Y al cantar cierra los ojos,
Porque un puñado de abrojos
Se entreanuda en su garganta.

Lamentos que son protesta;
Que gimen, gritan e imploran
Al sentir que muchos lloran
Y que nadie les contesta.

Alientos, luchas, pendones.
Ecos de clarín remotos,
Espadas y escudos rotos,
Banderas hechas girones.

Astros que no tienen cielo
Como fondo a su existencia;
Flores cargadas de esencia
Que agonizan entre el hielo.

Aljófares que caen suaves
En la esmeralda de fronda,
Como gemas de Golconda
Salpicando plumas de aves.

Y mucho cariño hermano,
Y mucho de unción divina
Y mucha patria argentina
Y mucho amor de cristiano.

De Alfonso Durán,
en Flores de un Otoño, Antonio Molinari Casa Editora, 1922.

viernes, 17 de septiembre de 2021

A MAIAKOYSKI

 A MAIAKOYSKI

Con fuego y humo en la cara
como un arcángel de paso
firme sobre las techumbres,
¡salud, Vladímir hermano!

Eres caballo y jinete,
aire suave y viento airado...
“Pesada carga la gloria”
...y escupes luego en tu mano.

Cantor de hazañas del pueblo,
orgulloso y desastrado,
te canto a ti, que pusiste
sobre el diamante el peñasco.

¡Salud, tormenta de piedra!
... Y, con un disimulado
bostezo, vuelves al vuelo
de arcángel de firme paso.

18 de septiembre de 1921

de Marina Tsevetáeva,
en Antología de la Poesía Soviética (Alexander Nakarov), Biblioteca Jucar, 1974.
Versión: Carlos Álvarez.

jueves, 16 de septiembre de 2021

EPÍSTOLA A LOS POETAS QUE VENDRÁN

EPÍSTOLA A LOS POETAS
QUE VENDRÁN

TAL vez mañana los poetas pregunten
por qué no celebramos la gracia de las muchachas;
tal vez mañana los poetas pregunten
por qué nuestros poemas
eran largas avenidas
por donde venía la ardiente cólera.

Yo respondo:
por todas partes oíamos el llanto,
por todas partes nos sitiaba un muro de olas negras.
¿Iba a ser la Poesía
una solitaria columna de rocío?
Tenía que ser un relámpago perpetuo.

Mientras alguien padezca,
la rosa no podrá ser bella;
mientras alguien mire al pan con envidia,
el trigo no podrá dormir;
mientras llueva sobre el pecho de los mendigos,
mi corazón no sonreirá.

Matad la tristeza, poetas.
Matemos a la tristeza con un palo.
No digáis el romance de los lirios.
Hay cosas más altas
que llorar amores perdidos:
el rumor de un pueblo que despierta
¡es más bello que el rocío!
El metal resplandeciente de su cólera
¡es más bello que la espuma!
Un Hombre Libre
¡es más puro que el diamante!

El poeta libertará al fuego
de su cárcel de ceniza.
El poeta encenderá la hoguera
donde se queme este mundo sombrío.

de Manuel Scorza,
en Las imprecaciones, Imprenta Juan Pablos, 1955.
Digitalizado por ínFimo.

miércoles, 15 de septiembre de 2021

Somos...

Somos
como una piedra que patean que patean

salvo que:
si en vez de arena, piedra
si en vez de arena, piedra
piedra roca mineral pulido

se romperá el pie en mil pedazos.

de Lucía Fabbri,
en Escritos de la cárcel (la expresión poética de los presos políticos), Centro Integración Cultural, Vol.1, 1986.

martes, 14 de septiembre de 2021

ACLARACIÓN A UN INTELECTUAL APOLÍTICO

ACLARACIÓN A UN INTELECTUAL APOLÍTICO

No hay razón para amargarse
se lo pido por favor;
yo no escribo para intelectuales
como usted “mi gran señor”:

Que mi canto le parezca
no tener ningún valor,
eso nada me sorprende
de un grandísimo doctor.

Allá usted con sus cantares
a la luna y a la flor.
Allá usted con sus abstractos
versos “puros” al amor.

Yo le canto a los humildes
porque siento con dolor,
como sufren por la causa
de un sistema explotador.

No me venga pues con aires
de apolítico cantor:
el arte está con el pueblo
o está con el opresor.

No hay razón para amargarse
se lo pido por favor;
yo no escribo para intelectuales
como usted mi gran señor.

de Jovaldo,
en Poemas y Canciones de Lucha, Ediciones Vanguardia Proletaria, 2011.

lunes, 13 de septiembre de 2021

EL HIJO DE LA CALLE

EL HIJO DE LA CALLE

Su rostro demacrado, su ropa hecha jirones,
los párpados rojizos, quebrantada la voz , . .
Alargaba su mano con gesto de vencido:
"-¡Señor..., una limosna por el amor de Dios!

De noche, cuando todos los niños se dormían
bajo el beso sublime del amor maternal,
el niño solitario, mendicante y vencido,
dormíase llorando junto al regía portal.

No tenía una madre que algo lo consolara,
que algo lo consolara en su eterno sufrir;
no tenía una madre que viniera a enjugarle
las lágrimas de su alma, dulcemente infantil.

Vagaba diariamente por las áridas calles,
empujado hacia ellas por un inquieto afán:
Hallar algún mendrugo para saciar su hambre,
o algunos centavitos para comprarse pan!

Y el niño demacrado, del traje hecho jirones,
de párpados rojizos, de quebrantada voz,
alargaba su mano con gesto de vencido
pidiendo una limosna, por el amor de Dios...

.............................................................

En cierta mañana cuando poco a poco
llegaba a la tierra la luz matinal,
el sol, con sus luces, besó dulcemente
al limosnerito muerto en el umbral...

de Eduardo Octavio Zapiola,
en Versos para niños, Editorial Claridad, 1936 (?).

domingo, 12 de septiembre de 2021

Aztecal IX

Aztecal IX

Entramos en un cuarto sin luz
con los brazos alzados,
y el temor
de recibir un golpe en la cara,
- un golpe seco y sin sonido -,
fue terrible,
porque tú y yo,
teníamos miedo,
miedo de morirnos en las tinieblas,
no obstante las sombras,
sombras amigas, inconmensurables.

de Francisco Azuela,
en La palabra ardiente, Centro Cultural Internacional El Cóndor de los Andes - Águila Azteca, A.C., 2002.

sábado, 11 de septiembre de 2021

¡Oh estrellas... estrellas!...

¡Oh estrellas... estrellas!...

¿Qué lenguaje os habláis a distancia,
¡Oh estrellas... estrellas!
Qué lenguaje que es todo misterio,
Qué lenguaje que es todo belleza?...
.
Un espacio tan grande os separa,
¡Oh estrellas... estrellas!,
Y os habláis con mensajes de lumbre
Y los besos de luz os acercan;
Y a los hombres que Dios creó juntos
Yo no sé qué abismo siempre los aleja.

¡Ah, los hombres!... también Dios los hizo
   Vivientes estrellas,
Destello infinito
Les dió de su esencia,
Y ellos mismos apagan la lumbre
En sus almas tan negras... tan negras.
¡Ah, los hombres! los vi muchas veces
      Frunciendo las cejas
Doloridos de oir un elogio
Que de otros hermanos vibró en su conciencia,
Doloridos de ver que en la frente
De su hermano vibró una diadema,
Y apagaron la luz de su alma
Por no dar destellos de aplauso siquiera.
Renunciando a igualarse a los astros,
¡Oh estrellas, estrellas!,
Y nutriendo su propio veneno
Carcomidos de envidia y vileza.

Cuántas veces yo quise ser astro,
No por vana ilusión de soberbia,
Sino sólo, tan sólo
Por dar luz en las noches siniestras,
Por trocar los harapos del pobre
En clámide excelsa
Por dar fuego al hogar proletario
Donde en vez de acostarse se hielan,
Donde hay niños que mueren de frío,
Donde el padre famélico sueña.
Donde el lecho se moja si llueve,
Donde hay madres que de hambre están secas.
Sin leche en su seno,
      Sin sangre en sus venas,
 Sin risa en sus labios,
     Sin llanto siquiera,
Pues de tanto llorar se extinguieron
De su alma las vetas,
Las linfas de su alma que sólo regaron
Abismos y valles de ortigas y piedras.

Cuántas veces yo quise ser astro
Por dar luz a las almas que sueñan,
Por fulgir de un dolor en la herida,
O hermosear de una nave la vela,
Por romperme en cascadas de lumbre
Y echarme a las plantas del mísero esteta,
Del sublime que cruza la vida
Ladrado de perros, sumido en tinieblas,
Punzado de abrojos,
Sin que nadie quizá lo comprenda.
Oh, seguid columpiándoos,
Estrellas... estrellas,
Dando luz con raudales inmensos
A infinitas esferas;
Y aunque sigan perversos los hombres
Oh... vosotras, seguid aún más buenas.

De Alfonso Durán,
en Flores de un Otoño, Antonio Molinari Casa Editora, 1922.

viernes, 10 de septiembre de 2021

Proverbios y cantares - III

Proverbios y cantares - III

A quien nos justifica nuestra desconfianza
llamamos enemigo, ladrón de una esperanza.
Jamás perdona el necio si ve la nuez vacía
que dio a cascar al diente de la sabiduría.

de Antonio Machado,
en Proverbios y cantares, Biblioteca Virtual Universal / Editorial del cardo, 2010.

jueves, 9 de septiembre de 2021

LOS CANSANCIOS NO ME VENCEN

  LOS CANSANCIOS NO ME VENCEN

Los cansancios de cien marchas
no me vencen!
Sufro por los gritos del hambre
en las vacías entrañas del labriego
cuya siembra la devora el oligarca;
y entonces...,
los cansancios de mil marchas
no me vencen.

Conozco y me duelen
las sangrantes grietas
de los pies descalzos
del gamín abandonado,
y entonces...,
los cansancios de mil marchas
no me vencen.

Me yergo sobre el barro
con mis harapos teñidos de niebla,
siento que me abraza el aliento
frío
del páramo solitario
que recibe mi existencia y,
entonces ahí,
entre tenues luces de luna
y de estrellas
lo contemplo yerto
bajo mi eventual extenuación del día
mientras evoco
lo que enciende mi fuego interno:
optimismo en el triunfo de lo justo,
en el triunfo de lo digno...,
en el triunfo de lo bueno.

Se enciende la llama de mi corazón,
la hoguera de mis sueños...,
y entonces,
el caudal de sentimientos
que en mi alma habitan,
bulle como carcajadas de creciente
que le cantan al amor
y le declaman al mundo,
que se vale cansarse
pero no vencerse...,
ni con cien
ni con mil marchas...,
ni con cien
ni con mil sufrimientos.

No,
no vale rajarse
ni apocarse,
¡se vale cansarse,
pero jamás rendirse!

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

miércoles, 8 de septiembre de 2021

ELEGIA A ELIAS HIJO DEL PUEBLO

ELEGIA A ELIAS HIJO DEL PUEBLO

Chile es un pabellón acuchillado y trágico que se levanta
y ruge en el recuerdo de Elías Lafertte,
una herramienta pura de carpintero, albañil, zapatero o maestro
en tonelerías buscando tierra adentro
con las entrañas rotas el complejo del mundo,
un tambor nacional gritando acongojado
en la inmortalidad o un águila estrellándose.

Todo su pueblo está enlutado a la manera
de un atardecer espantoso del cual emerge la aurora
del porvenir humana
en función del dolor que arrastra la semilla de la vida.

Era de piedra y sol como el todo
universal, un héroe al cual nunca vería el heroísmo
el histrión nacional o el enemigo,
un gran líder marxista-leninista,
profundo y sencillo como un naranjo de los antepasados,
chileno como los peumos del Sur,

como un obrero de la Pampa de la cual venía,
austero, paternal, severo como su Partido, y a cuya colosal
sombra humana, como de patagua o boldo heroico
el proletario y el campesino dormían.

¿Un romántico idealista?, no, un dialéctico materialista exacto,
un capitán incorruptible, un soldado y un guerrero de la paz y la libertad,
un soldado y un marino de navegaciones épicas,
flagelado y baleado por la reacción imperialista o acuchillado
por la espalda, herido por krumiros y verdugos
y una gran bandera de las masas, jamás el patriarca social
que la canalla ensangrentada erige como un santo
de sus iglesias en el sentido de disminuirlo,
porque su concepto de llamas, rompiendo cadenas y mentiras
enarbolaba un látigo de altas y anchas correas
contra la miseria y los explotadores de la miseria.

Es bastante difícil al alma humana
el entendimiento de ese diamante rojo y terrible de su espíritu simple
y complejo libre y tremendo o como cargado
de frutas y legumbres, de pan nacional, del misterio de los lagares;
lo compararon a una laguna y fue un mar colosal, o tranquilo o furioso,
porque la problemática nacional-internacional la traía adentro;
los tigres dijeron: "un tigre", y "un cordero" los corderos,
y los payasos ensangrentados lo empequeñecieron poniéndolo a su altura,
es decir, a la altura de su bajeza,
porque el hombre héroe compendia todas las formas de la Humanidad
y es uno y solo;
por eso aquellos que lo miraron
con ingenuo ojo de idiota, no lo miraron, se mirarom, empinándose,
confundiendo la estrategia revolucionaria
con la persona total del líder acorazado en el terrible orgullo del humilde.

Lo amaron los desamparados,
los ateridos, los polvorosos, los excluidos hijastros del rigor
y del dolor popular,
el peón con la patada del patrón a la espalda y la patada
del Estado capitalista y la patada del Imperialismo,
o acumulando todas las patadas del Régimen
y los obreros organizados, de la gran industria "americana"
de la República, los trabajadores intelectuales, el proletariado que dirige
y el campesinado que insurge con rasgos épicos
y el "lumpen" terrible, apolillado como los andrajos,
la madre obrera, el viejo y el niño de Chile.

Eficaz como el pan sudado con dolor humano
a todo lo largo y lo ancho de los milenios,
un ciprés tronador lo acuñó en la lucha clasista: Luis Emilio Recabarren;
ni dogmático, ni fanático, era la presencia vital su ejecutoria, doctrina e
ideología lo hicieron tierno y fiero simultáneamente;
claro como canto nacional, el huracán y las tormentas
rugieron sus oceanías y en su corazón puro balaban las ovejas,
cantaban las calandrias;
nunca y nada fue más terrible que la miel ardiendo
y Elías era la fuerza tremenda que se traduce en dúctil política
entrañablemente histórica
"genio del pueblo", genio del hecho, genio del verbo exacto,
multitudinario, logrado
como arado en la gran sementera de la lucha de clases,
de la lucha de clases rajando por adentro
la granada de la sociedad futura.

de Pablo de Rokha,
en Acero de Invierno, Multitud, 1961.

martes, 7 de septiembre de 2021

OPACIDAD

OPACIDAD

El ojo indiferente decolora
enfría y empareja.

Todo es igual para miradas neutras
una cosa entre otras
un rostro entre los otros
un gesto entre otros gestos.

Por encima palabras y palabras
como una lluvia sorda.

Y nada sobresale: mar parejo
horizonte cerrado.

Sombra.

Vacío mar del tiempo.
Una hora se mira en otras horas
y todas son iguales.

El ojo las contempla ya sin verlas
y ya no es más mirada.

Es ojo seco. Piedra.
Dureza fría. Cosa.

de Circe Maia,
en Cambios, permanencias, Ediciones Siete Poetas Hispanoamericanos, 1978.

lunes, 6 de septiembre de 2021

EL PAJARO Y EL NIÑO

EL PAJARO Y EL NIÑO

Un pajaríllo
dieron a BIas,
niño travieso,
buen perillán.
Atale un hilo,
le echa a volar.
y el prisionero
quieto se está.
BIas le decía:
-Torpe animal.
goza el permiso
que hoy se te da.
Largo de sobra
es el torzal;
vuelos bien altos
puedes echar.-
-No- dice el ave, que
en realidad
ese bien, luego,
tórnase mal.
Tú, de la pata
me tirarás,
siempre que el vuelo
quiera yo alzar.-

......................................

No hay servidumbre
que aflija más
que una con visos
de libertad.

de Juan Eugenio Hartzenbusch,
en Versos para niños, Editorial Claridad, 1936 (?).